Hoy es viernes y los niños vienen a comer. Para cambiar un
poco de los postres super-extra-mega-azucarados he decidido hacer una tarta un
poco más ligera. Una tarta de frutas frescas con un bizcocho fino y una crema
pastelera. Es muy fresca, además de ser ligerita y dejarte con vida después de
la comida....
A lo que voy. El principio es sencillo y se trata de
alternar bizcocho, crema pastelera y fruta. También podéis reemplazar el
biscocho por galleta si lo preferís así. Como quiero que me quede lo más ligerita
posible, he hecho un bizcocho finiiiiisimo. En cuanto a las frutas, he elegido
fresas, plátano, piña y kiwi, pero podéis elegir cualquier otra que se os antoje.
También podéis hacerla con un solo tipo de fruta. En este caso, se obtienen
excelentes resultados con las fresas o las cerezas. Otra opción es reemplazar
la crema pastelera por nata montada, da menos trabajo para elaborarla pero ya
no queda tan ligera.
En las primeras fotos podréis ver lo que llamo un bizcocho
finiiiiisimo. No tiene más de medio centímetro de espesor. Mi tarta tiene dos
capas, pero podéis hacerla con una o dos más, quedará mucho más despampanante y
hará felices a más comensales.
La crema pastelera
Ingredientes:
2 huevos
500 ml de leche (yo usé semi-desnatada)
150 grs de azúcar
75 grs de harina
1 cucharadita de extracto de vainilla
Preparación:
- En una olla, fuera del fuego, mezclar el azúcar con la harina. Añadir los dos huevos y bater hasta que la mezcla esté homogénea.
- Añadir la leche poco a poco sin dejar de bater. Llevar al hervor sin dejar de remover constantemente (tened cuidado de alcanzar el fondo y los bordes de la olla).
- Bajar el fuego y dejar cocer 1 o 2 minutos a fuego medio.
- Sacar del fuego y añadir el extracto de vainilla.
- Dejar enfriar por completo antes de utilizar. Para evitar la formación de una piel en la superficie, podéis añadir un poco de mantequilla al mismo tiempo que la vainilla y luego cubrir con un film plástico cuidando que este esté en contacto directo con la superficie de la crema.
El bizcocho
Ingredientes:
Cantidades para dos bizcochos finos
1 yogurt natural (yo uso 0%)
110g harina
80g azúcar
2 huevos
50 g de mantequilla
Ralladura de un limón
1 cucharadita de levadura química
Preparación:
- Batir el azúcar y la mantequilla hasta que la mezcla esté
cremosa.
- Añadir el yogurt, los huevos, la harina, la ralladura del limón y la
levadura. Seguir batiendo hasta que esté homogénea.
- Echar la mitad de la preparación en el fondo de un molde y
hornear durante 12 – 15 minutos a 180º. Atención, no dejéis de vigilar el
bizcocho porque, al ser muy fino, podría quemarse al menor descuido.
- Dejar enfriar y sacar el bizcocho del molde.
- Repetir la operación para los demás bizcochos.
Montar la tarta
- Además de la crema pastelera y de los bizcochos, necesitamos varias piezas de fruta fresca para llenar y decorar la tarta. El tipo de fruta y la cantidad depende de los gustos de cada una y de lo que encuentre en ese momento.
- Lavamos y cortamos las frutas. Recomiendo cortar parte de la fruta en trozos pequeños para las capas inferiores y dejar algunas o enteras en trozos mayores para la decoración de la capa superior.
- Extendemos una generosa capa de crema pastelera sobre el primer bizcocho.
- Repartimos las frutas cortadas sobre toda la superficie.
- Cubrimos con el segundo bizcocho y repetimos las dos últimas operaciones decorando con la fruta más grande.
- Dejamos en la nevera unas 2 horas antes de servir.
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