Para comerla en familia, nada mejor que servida "a tamaño real", en un plato grande. Pero si es para una comida un poco más formal, o de fiesta, podéis echar mano de algún cortador de galletas para hacer porciones individuales (podéis ver ejemplos de presentación en las 3 últimas fotos).
Ingredientes:
2 huevos
250 ml de leche
250 ml de nata
400 grs de acelgas congeladas
200 grs de tiras de bacon
1 masa quebrada
Trocitos de chorizo
Queso rallado
Sal, nuez moscada
- Descongelar las acelgas unas horas antes y exprimir el agua. Insisto en esta última operación ya que si no lo hacéis bien, la quiche bañará literalmente en el zumo de las acelgas.
- Precalentar el horno a 180º.
- Rehogar el bacon en una sartén y añadir las acelgas y los
trozos de chorizo. Cocer a fuego medio durante unos minutos.
- Extender la masa quebrada en un molde para tartas y perforar
el fondo con un tenedor.
- En un cazo, mezclar la nata, la leche y los dos huevos, con
un poco de sal y nuez moscada. Batir hasta que la mezcla esté bien homogénea.
- Echar una fina capa de queso rallado sobre el fondo de la
masa y repartir el contenido de la sartén por encima.
- Verter la mezcla de leche, nata y huevos en la masa y echar
un poco de queso rallado por encima.
- Hornear durante 40/45 minutos a 180º (comprobar con un palillo).
Cómo todas las quiches, se puede comer fría o caliente, según más os guste. Va muy bien acompañada con una ensalada.
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